domingo, 21 de octubre de 2012

Segundos de felicidad.



Cuando él caminaba hacia donde se encontraban todos, ella estaba sentada en un banco, con las piernas cruzadas sobre el asiento, él siempre ha pensado que esa forma suya de sentarse, nunca con los pies en el suelo era una forma de exteriorizar su carácter, ella era tan libre, no le gustaba atarse a nada, no le gustaba sentir que algo o alguien la retenía. Al llegar él, saludó a todos. A ella le sonrió, y eso fue suficiente para que ella se sintiera llena de felicidad durante un segundo.