domingo, 23 de septiembre de 2012

Miedo.


Ella estaba inquieta, su mirada se perdía a menudo mirando al vacío para centrarse en sus pensamientos, sus manos repiqueteaban a cada segundo sobre las superficies, se mordía labio inferior, movía rápidamente la pierna de arriba abajo haciendo así sonar los cascabeles de su pulsera atada al tobillo... Ella sabía perfectamente él por qué de estas reacciones, pero se negaba a reconocerlo. Estaba a punto de cruzar un puente, de cambiar de camino, de cerrar el libro.. y eso era lo que más miedo e incertidumbre le provocaba. ¿Cómo enfrentarse a otra nueva historia si aún no habías superado la anterior? Quizás esa nueva historia solo sea algo efímero, o puede que esa historia sea la historia de su vida. Pero lo único que ella sabía es que tenía miedo de enfrentarse a ella... 

viernes, 21 de septiembre de 2012

Demasiado nítidas..


Sales de casa, vestida con prendas meticulosamente elegidas para la ocasión, en el camino hasta el punto de encuentro piensas en cómo sera la noche, en cierto modo, sueñas despierta imaginando qué sucederá esa noche. Ríes, charras, bromeas, cantas, fumas,  criticas, bailas, cotilleas con ellas. Te olvidas de todo, piensas en disfrutar esa noche, en que esa noche es vuestra noche y no existen peros. Entrada la madrugada, nos perdemos en la música mientras bailamos cada una a su manera, cada una su estilo. La gente pasa apresurada, los vasos se llenan y se vacían en sus manos, se escuchan voces que se convierten en murmullos bajo el volumen de la música... Y yo ajena a todos, me encuentro su mirada, sigo bailando pero de forma más sensual, sé que me está mirando. Se acerca, me acerco, hablamos, todo surge, todo fluye... Y de repente, ahí está él, penetrando como un flash en mi cabeza, los recuerdos vuelan ligeros por mi mente, las escenas que viví con él se ven demasiado nítidas como para hacerme daño. El recuerdo de él, la historia con un comienzo peligrosamente parecido al de esta, te hace encoger el estómago. Agachas la cabeza y sonríes para tus adentros, le echas de menos.. le echas mucho de menos. 


domingo, 16 de septiembre de 2012

Así, y no de otra manera.

Si pudiera volver atrás en el tiempo, cambiaría muchas cosas.. Tantas, que mi vida ahora sería muy diferente.   No sabemos que vida vamos a llevar, ni que amigos nos acompañarán, incluso no sabes cómo vas a acabar vistiendo... Si volviera atrás, al principio, a cuando eres niño habría cambiado que no me guste el queso, para poder comer pizzas un viernes por la noche con mis amigos, también hubiera cambiado el tener miedo a la oscuridad, pues te puede pasar lo mismo bajo la luz, hubiera cambiado mi pasión por la ficción romántica, pues ahora creo que esas historias pueden ser realidad.. Tantas cosas hubiera cambiado! Pero no podemos volver atrás, esta es la vida que de forma consciente o no, hemos decidido llevar y tenemos que vivirla, vivirla sin preguntarnos por qué es así y no de otra manera. 


miércoles, 5 de septiembre de 2012

Deseos volando.

Siempre me han gustado los "abuelillos". No recuerdo quién fue quién me dijo que si lo cogías, debías pedir un deseo en voz muy muy bajita para que nadie pudiera escucharlo, y después hacerlo volar alto. Si el "abuelillo" caía en picado el deseo no se cumpliría, pero si volaba alto, alto hasta que ya no se divisa, entonces el deseo se haría realidad. Es por eso, que cada vez que veo uno, me gusta pensar que está lleno de deseos, deseos de todo tipo de gente, niños, abuelos, adultos... Cualquier persona puede coger un "abuelillo" y hacer que su deseo vuele con él.Y en cada "abuelillo" que hago volar, hay un deseo para ti, un deseo como aquel que pedimos juntos una vez. 

- Vamos a pedir un deseo.
- ¿Uno cada uno?
- No, los dos el mismo... 

martes, 4 de septiembre de 2012

La vida cambia cada vez que respiramos.



Como cambia todo en un solo segundo. En un segundo, un pensamiento, una acción, un sentimiento, incluso una palabra pueden cambiar por completo el rumbo de las cosas. Y ese pensamiento, acción, sentimiento o palabra, pueden ser los mayores errores que cometas, pero paradójicamente, no te das cuenta de si has hecho bien o mal hasta que es demasiado tarde. Y es entonces cuando te preguntas a ti mismo ¿Y si esto no hubiera pasado, todo hubiera sido diferente? Sólo con cambiar, ese pensamiento, esa acción, ese sentimiento, esa mínima palabra, todo hubiera tomado otro rumbo. Solo el cambiar un "no" por un "sí".. Algo tan simple como eso. 
Pero y ahora digo, ¿qué mas da lo que hicieras, pensaras o dijeras? Las cosas son así ahora, no hay por qué darle vueltas al Por qué.