Sus voces resonaban muy fuerte en mi cabeza, ellos, los que me habían incitado a hacerlo, eran ahora los que me dejaban sola ante la intemperie, con millones de preguntas agolpando mi mente. ¿Sería capaz de perdonarme? ¿Había obrado bien? ¿Merecería la pena? Y la peor de todas ¿Cómo acabaría esto?
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