miércoles, 5 de septiembre de 2012

Deseos volando.

Siempre me han gustado los "abuelillos". No recuerdo quién fue quién me dijo que si lo cogías, debías pedir un deseo en voz muy muy bajita para que nadie pudiera escucharlo, y después hacerlo volar alto. Si el "abuelillo" caía en picado el deseo no se cumpliría, pero si volaba alto, alto hasta que ya no se divisa, entonces el deseo se haría realidad. Es por eso, que cada vez que veo uno, me gusta pensar que está lleno de deseos, deseos de todo tipo de gente, niños, abuelos, adultos... Cualquier persona puede coger un "abuelillo" y hacer que su deseo vuele con él.Y en cada "abuelillo" que hago volar, hay un deseo para ti, un deseo como aquel que pedimos juntos una vez. 

- Vamos a pedir un deseo.
- ¿Uno cada uno?
- No, los dos el mismo... 

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